Texcoco, Edomex.- La madrugada del jueves 24 de diciembre falleció Alberto González Jiménez (8-04-1923. 24-12-2015) murió a los 92 años de edad el fundador de la comunidad de Santa Cruz Mexicapa, del municipio de Texcoco.
Don Beto, como mucha gente lo recuerda, contaba que en la década de los años cincuenta del siglo pasado, existió un terrateniente de nombre Germán Quintana quien a cambio de préstamos a la gente de esta región se apoderó de múltiples hectáreas, desde la comunidad de San Juan Tezontla hasta el Rancho Xalapango, dejando en situación vulnerable a la gente de este lugar, hecho que orilló a Don Beto y a su hermano Juan a comprarle a Quintana predios en menores dimensiones y poco a poco recuperar lo que injustamente les arrebató este personaje.
Ya para la década de los años sesenta, cuando gobernaba el municipio de Texcoco Benito Bustamante Buendía (1961-1963), en su primer periodo de gobierno, esta zona estuvo a punto de entrar en combate por la disputa del lugar entre los habitantes de las comunidades de San Juan Tezontla y San Joaquín, siendo los hermanos González Jiménez quienes recuperarían estas tierras y establecieron no pertenecer a ninguna de estas comunidades.
Así durante una asamblea general, con la intervención del presidente municipal Benito Bustamante, y pobladores encabezados por Alberto González y su hermano Juan, llegaron al acuerdo que estableció a Santa Cruz Mexicapa como una comunidad independiente, siempre y cuando existiera una iglesia, electrificación y una escuela primaria para respaldar la petición. Al cumplirse estas obras al paso de un año, se llevó a cabo el protocolo necesario ante el órgano de gobierno municipal y estatal para la fundación de esta comunidad que goza de una tranquilidad plena y naturaleza excepcional.
Don Beto fue varias veces delegado de su comunidad. También fungió como Presidente de la “Junta de Aguas Canal Hueyapan”, exponiendo su vida al gestionar “el repartidor de agua” en San Jerónimo Amanalco, cuyos habitantes peleaban el control del agua que brotaba de los manantiales hacia estas comunidades. Este repartidor, como se le conoce actualmente en San Jerónimo, generó buenas relaciones entre los pueblos de esta zona, es así que durante años la lucha por el control del territorio continuaría de San Joaquín hacia Santa Cruz Mexicapa, siendo parte importante el agua para lograr acuerdos entre estas dos comunidades y dejar de lado viejas rencillas debido al trabajo de González Jiménez.
Entre los legados a su pueblo natal, Don Beto inició la tradición de dar de comer a la gente en la fiesta de esta comunidad cada 3 de mayo, tradición que lleva más de 50 años.
A este pueblo le dieron vida siete hermanos, resalta por su naturaleza y en su entrada principal tiene una vista esplendorosa acompañada de árboles frondosos.
Entre su hermano Fernando y él (Alberto), trabajaron en la creación de camas de latón, que se caracterizaron por su belleza virreinal logrando exportarlas hacia Norteamérica, trabajo muy valioso para la época.
Sus hijos recuerdan que fue un padre amoroso, alegre, feliz, amigable, espléndido, trabajador y muy apreciado por la gente.
Entre sus nietos siempre se escuchó muy platicador, contando fábulas o buenas historias con las que atrapaba la atención de propios y extraños.
“Hacer algo por el pueblo”, es el legado que deja a sus hijos y nietos de este lugar, él, reconoció: “a ustedes hijos los privé de muchas cosas por sacar adelante el pueblo”.
Descanse en Paz.
Con información de ANTAC.